Labrador Retriever

Labrador Retriever

Popular y muy apreciado, el Labrador o Cobrador Retriever goza de buena fama por su estupendo carácter muy sociable, inteligencia y capacidad. Muy fuertes y resistentes, estos dulces y fieles compañeros siempre están dispuestos a la aventura. Si piensas integrarlo a tu familia, aquí algunos consejos para que sepas cómo cuidar a tu nuevo amigo.

El labrador es una raza de perro muy cariñosa que requiere altas dosis de atención y cariño de sus dueños. Es un compañero que necesita compartir con la familia y sentir el amor de sus miembros. 

Mide su comida

Este peludo es muy glotón y comerá siempre que tenga la oportunidad. Si le pones un saco de comida frente se abalanzará hasta que no quede ni un rastro. Es por esto que es fundamental que controles sus porciones. Evita darle comida para humanos y golosinas o fomentarás una actitud que luego será difícil de controlar… no digas que no te lo advertimos.

Que nos les falte juego

Estos amigos tienen tendencia a padecer sobrepeso, por lo que además de los paseos diarios, este amigo necesita una rutina de juegos que lo ayuden a mantenerse en forma y combatir el aburrimiento. Son juguetones incansables y muy sociables, así que llevarlo al parque a jugar con sus amigos perrunos es una excelente idea.

Ojo con su camita

La displasia de cadera es el talón de Aquiles de esta raza. Se trata de una enfermedad ósea que afecta la articulación provocando dolor, cojera y dificultad para desplazarse. Un factor decisivo para disminuir la probabilidad de que esta enfermedad afecte a tu amigo es asegurarte de proporcionarle un lugar de descanso que tenga el tamaño, profundidad y ergonomía necesaria. 

La educación es fundamental

El labrador es un perro muy dócil y tranquilo, con una gran necesidad de estimulación que podemos satisfacer a través de ejercicios y entrenamiento. Su carácter permite que esta tarea sea mucho más sencilla que en otras razas, siempre siendo firme, amable y respetuoso.

Cuida su higiene

El cobrador cambia de pelaje unas 4 veces al año, pero eso no quiere decir que vayan dejando pelos por todos lados el resto del tiempo así que asegúrate de cepillarlo por lo menos 1 vez por semana. Una cubierta suave y lavable en su cama aportará brillo y sedosidad a su pelo y lo mantendrá fresco por más tiempo. Pon atención en sus orejas, el labrador tiende a sufrir de infecciones en los oídos por lo que debes hacerles una limpieza regular.