A la hora de preparar un espacio de descanso la prioridad es la comodidad, pero con estos consejos podrás equilibrar confort, diseño y funcionalidad en tu pedacito de cielo.
Tonos claros
La esencia de un espacio de relajación comienza con los colores. Para generar tranquilidad y armonía se recomienda utilizar tonos claros como beige, blanco y tonos pastel. Si quieres darle un toque de frescura y energía puedes contrastar con detalles en color azul, amarillo o naranja.
Bienvenida naturaleza
Que la naturaleza te rodee. Las plantas le darán un toque más natural a tu espacio, no solo se verán hermosas, sino también ayudarán a oxigenar el aire lo que aporta a un ambiente de desestres. Además, el cuidado de las plantas ayuda a conectarse con energías positivas y conseguir estados de relajación. Anímate y llena tu espacio de verde.
Comodidad armónica
Para conversar largo y tendido, leer un libro o simplemente relajarse. La comodidad de los muebles en tu espacio de descanso es otro aspecto fundamental. Debes asegurarte que tengan el confort, la estabilidad y el tamaño ideal para que puedas pasar las horas que quieras disfrutando de él. Añade complementos como cojines, reposapiés, mesas auxiliares y mantas con textiles suaves y líneas orgánicas para integrar con armonía y calidez.
Cuida la iluminación
El diseño de la luz puede dirigir tu descanso. Envuélvete en luces cálidas, conseguirás un ambiente acogedor, íntimo y relajado. De día aprovecha la luz natural, el cuerpo la aprovecha de forma positiva y te ayudará a generar una sensación de serenidad. Por la noche utiliza lámparas de pie o focos dirigidos para una iluminación puntual, que son más prácticas a la hora de la lectura.
Agrega unas velas aromáticas y ya puedes comenzar a utilizar ese espacio para relajarte, recargar energía y disfrutar de la calidez del “hogar dulce hogar”.