Los bean bags nacieron en los 60’, pleno auge del movimiento hippie. Su estilo relajado e informal encajó a la perfección con el estilo de vida libre y rebelde de los jóvenes de la época, por lo que su popularidad subió rápidamente. Era muy común encontrarlos en dormitorios, salas de estar y espacios de recreación. Tiempo después, avanzada la década de 70’, los bean bags hicieron su gran salto a la fama con apariciones en la pantalla grande. En películas, estos muebles eran utilizados como símbolo de rebeldía y juventud de los protagonistas.
Pero fue durante la década de los 80’ y 90’ cuando los bean bags se consolidaron como íconos de comodidad, relajo y juventud. En películas, los bean bags estuvieron siempre presentes en los dormitorios de los personajes, creando una atmósfera más juvenil y despreocupada.
Al alcanzar el nuevo milenio, los bean bags comenzaron su proceso evolutivo junto a las nuevas tecnologías enfocadas en la ergonomía y estilo. Los diseños más tradicionales y su relleno de esferas quedaron atrás, y surgieron una nueva clase de bean bags. Formas ergonómicas, respaldos ajustables y rellenos de espuma de memoria proporcionan un nivel aún mayor de confort y adaptabilidad.
Todo esto, junto a la modernización de su diseño, logró expandir el reino de los bean bags más allá del estilo juvenil y los llevó a ser protagonistas en espacios donde disfrutar el entretenimiento para crear un ambiente relajado y acogedor. En cines se pueden encontrar como una alternativa más cómoda a las butacas tradicionales, en donde los espectadores disfrutan las películas en completa comodidad mientras se sumergen en la pantalla.
Como puedes ver, los bean bags han evolucionado de ser un mueble juvenil y casual a convertirse en un elemento ícono en la cultura pop, tanto en la televisión y el cine como en la vida misma. Su versatilidad y comodidad los convierten en la opción ideal para aquellos que buscan una forma relajada de sentarse y disfrutar de su entretenimiento favorito.